Puede que Lisboa sea de esas ciudades a las que llegas conociendo muy poquito de ellas y con el paso de los días te acabas enamorando.

Lisboa es un descubrimiento para muchos de los que la visitan por primera vez, y nos ha enseñado que una ciudad puede ser decadente, cosmopolita y moderna a la vez, ¿decadente? Hay muchas zonas que no brillan por su limpieza y hay otras en las que parece que el tiempo se ha detenido, de hecho, siempre que la he visitado me ha dado la sensación de estar en la España de los 60.
Nuestro visita a la capital portuguesa ha sido a finales de julio, por ello hicimos alguna reserva previa de excursiones para evitar colas o problemas de disponibilidad, por lo que si piensas visitarla en temporada alta te recomiendo que lo tengas en cuenta.
Reservas previas
Unos días antes de ir, hicimos 2 reservas, la primera la ‘Lisboa card‘ que te permite moverte y entrar a distintos lugares durante X días por Lisboa. La reservamos antes porque uno de los puntos donde puedes recogerla es el aeropuerto, así al llegar la recogimos y la pudimos usar para llegar en metro hasta el centro. ¿Vale la pena? nosotras cogimos el pase de 3 días por 44€ y lo usamos para subir al tranvía tantas veces como quisimos, transporte público en general, entrar al Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belén y el tren que te lleva a Sintra (ida y vuelta), además, en otros monumentos, nos hicieron descuento. Puedes ver todo lo que entra en esta tarjeta aquí.
Además, también decidimos comprar las entradas para visitar el Palacio da Pena de Sintra, porque habíamos leído que se forman muchas colas, y así fue 🙃 (lo compramos en la web de Civitatis: acceso al palacio y jardines por 14€).
Día 1 – Lisboa y Casilhas
El primer día disfrutamos de la ciudad de sol a sol puesto que el avión llegó bien pronto (madrugón). Este día aprovechamos la primera hora de la mañana para disfrutar del centro de la ciudad sin casi turistas, fuimos a la plaza principal ‘Plaza del comercio’ y pudimos volar el dron y hacer algunas fotos.


Cosas que hicimos y visitamos:
Elevador de Santa Justa: es un ascensor de 45 metros que te lleva desde la parte baja (el barrio de la Baixa Pombalina) hasta la parte alta de la ciudad, el Chiado. (Para subir con este elevador, es recomendable hacerlo a primeras horas del día para evitar largas colas). Nosotras usamos la ‘Lisboa Card y no pagamos, pero el acceso tiene un precio de 5,30€ por persona.

Barrio Chiado: Se puede llegar tanto con el elevador de Santa Justa como a pie o en transporte público. Se trata de una zona llena de cafés y tiendas de un estilo muy bohemio. Ls casas presentan un aspecto ligado a la vida cultural de la ciudad y son muy bonitas decoradas con las baldosas típicas portuguesas.
Zona del Río Tajo: Esta fue una de mis zonas preferidas. Perfecta para tomar algo de la manera que prefieras tanto si buscas tranquilidad o más bien ambiente. Hay muchos puestos al estilo ‘food truck’ para poder pedirte unas cervezas, mojitos o un helado y sentarte en la orilla del rio mientras observas el ‘Puente del 25 de abril’, el más largo de Europa. *(En Portugal es legal beber en la calle).
Atardecer en Cacilhas (Ferry Lisboa – Cacilhas)
Justo enfrente de Lisboa, está Cacilhas, un pequeño pueblo pesquero que en la parte de arriba alberga el Santuario del Cristo Rey de Lisboa. Desde allí vimos el que para mi fue el atardecer más bonito del viaje. Lisboa y Cacilhas se unen por tierra a través del Puente del 25 de abril (el más largo de Europa). Una de las opciones más atractivas para llegar allí es con el ferry.


¿Cómo llegar hasta Cacilhas? La forma más cómoda y rápida si no tienes coche es el ferry ya que es rápido (12 minutos aprox.) y cruzan el río de manera asídua.
Los días que estuvimos la empresa de los ferrys tenía un horario especial al que presenta habitualmente la ruta: de 12:00h a 16:30h y de 20:30 a 23:30h, durante este horario los ferrys cruzan el río cada 20 minutos aproximadamente. Nos esperamos hasta las 20:30h para coger el barco que nos llevó desde Lisboa a Cacilhas para aprovechar la hora dorada. A esas horas suele haber bastante gente, pero al haber asiduidad, por lo general no hay problema.
Ida y vuelta en ferry: 3,10€ por persona (no incluido en la Lisboa Card).
Salida: Estación Cais Do Sodré de Lisboa.
Se puede cenar en Cacilhas y volver después (nosotras hicimos eso).
Subir en el Tranvía E38: Los tranvías de la línea E28 son los únicos que quedan en circulación de los que se conocen como “remodelados”, conservan tanto ese color amarillo tan característico como los bancos de madera de su interior. Tras la vuelta de Cacilhas, sobre las 22:30h aprovechamos para coger el E28 de Lisboa, el más antiguo de Europa, hora perfecta porque no había casi gente. Durante el día suelen ir abarrotados.
Día 2 Lisboa – Sintra y Cabo da Roca
¿Cómo llegar de Lisboa a Sintra (Palacio da Pena, Quinta Regaleira, Cabo da Roca)?
Hay varias opciones para llegar, nosotras elegimos el tren (con la ‘Lisboa Card’ está incluido, por lo que no pagamos nada).
Salimos bien pronto para coger el tren de las 9:09 de la mañana. El trayecto a Sintra es de 40 minutos aproximadamente. Ya en Sintra, justo a 25 metros de la estación de tren hay una parada donde puedes coger el bus para subir al Palacio da Pena, a la Quinta Regaleira o a otras ubicaciones. Nosotras decidimos coger el ticket ‘Day Pass’ que permite usar la línea de autobuses durante todo el día y poder visitar el Palacio da Pena, Quinta Regaleira, Cascais o el Cabo da Roca por 12,50€. Los autobuses son regulares y pasan cada 20 minutos aproximadamente durante todo el día y te dan la posibilidad de bajar y subir cuando quieras en esos puntos.



Nuestra elección fue visitar el Palacio da Pena, la Quinta Regaleira y Cabo da Roca (el punto más occidente de Europa) está en la costa y hay un faro (la visita es rápida porque llegas y no hay mucho que ver, pero el paisaje es espectacular.)


Palacio da Pena: El Palacio por fuera es precioso, vale la pena poder acceder a las terrazas y a los jardines de alrededor. La visita puede alargarse las horas que quieras porque los jardines son infinitos. En mi opinión la visita al interior del Palacio no es tan atractiva, quizás por las condiciones que habían cuando fuimos: verano, mucha cola y muchisimas personas en cada sala en la que no se podrían ver ver bien las estancias y en las que se avanzaba a un ritmo muy lento.
La entrada al palacio y los jardines las compramos en Civitatis (14€) aunque puedes comprar también la entrada solo para los jardines.




Quinta Regaleira: Se trata de un pequeño palacio situado en el corazón del Parque de Sintra declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es un sitio muy curioso, tanto sus jardines y grutas como los edificios enigmáticos. En general nos gustó mucho. Vale la pena.




*Dedicamos 6 horas entre ambas visitas, aunque podríamos haber estado 10 o más.
Comida: Por falta de tiempo, hicimos una parada rápida en ‘Ca.fe Coffee House’ una cafetería cerca de la parada de bus de Sintra en la que pedimos unos sándwiches para comer algo rápido y poder ir dirección Cabo da Roca (recomendable).
Cabo da Roca: Es el cabo situado en el punto más occidental de Portugal y, por tanto, de la península ibérica y de Europa. Sobre las 16:30h cogimos el bus y en 40 minutos llegamos al punto. En el Cabo da Roca hace muchísimo viento, sobre todo si lo visitas por la tarde, por lo que llévate una sudadera (o más abrigo dependiendo de la época del año).


Pink Street nocturna: La Pink Street es una de las calles más conocidas de la ciudad, se trata de una calle llena de pubs y bares y el suelo de esta está pintado de rosa, además, de las fachadas cuelgan paraguas que dan aun más color a la calle. Ese día a la vuelta de la excursión, aprovechamos para salir a tomar algo en esta zona.
Día 3
Castillo de San Jorge: Situado en la parte alta de la ciudad es uno de los monumentos más conocidos de Lisboa. Tanto de día como de noche su imagen sobresale en la cima de la colina de San Jorge, la más alta de Lisboa y donde se encuentran los barrios Castelo y Alfama.
Horario
Desde noviembre hasta febrero: de 9:00 a 18:00 horas.
Desde marzo hasta octubre: de 9:00 a 21:00 horas.
Precio
Adultos: 10 €
Niños de 13 a 25 años: 5 €
Personas mayores de 65 años y con movilidad reducida: 8,50 €
Niños menores de 12 años: entrada gratuita.
El tercer día lo empezamos visitando el Castillo de San Jorge y callejear por esa zona. La entrada al castillo no está incluida con la ‘Lisboa card’ y tiene un precio de 10€. Nosotras no entramos dentro, aprovechamos para pasear por las calles, tomar algo y visitar algunos miradores.
Mirador Santa Luzia: es el más famoso de Alfama. Aunque sus vistas no son tan espectaculares como las de otros miradores de este barrio (como el de Portas do Sol), este posee el encanto de los pequeños rincones tan típicos de Lisboa, con su cubierta de buganvillas y las paredes de azulejos desconchados. Además, las 2 veces que estuvimos, había un músico tocando en directo, lo que le da un toque muy especial al sitio.

Torre de Belén: Se trata de una torre situada a los pies del rio Tajo, es uno de los emblemas de la ciudad, muy probable que la hayas visto en fotos. Fue punto de partida para los viajes a América y también se usó como faro y prisión. Desde arriba hay unas vistas bonitas, aunque tampoco cambian mucho a lo que se puede ver desde abajo.

La zona donde se encuentra la Torre es muy amplia, lo que te permite «encontrar tranquilidad» a pesar de la cantidad de turistas. La entrada está incluida en la ‘Lisboa card’, aun así, tienes que recoger el ticket en un ‘stand’ que hay situado a unos 100 metros del monumento.
Frente a la torre hay una cafetería que se adentra en el rio en la que recomiendo pasar a tomar algo y disfrutar de las vistas (puente 25 de abril, monumento de los Descubrimientos, y el Cristo). Cerca hay un parque en el que muchos hacen picnic.

Monumento de los Descubrimientos: se trata de un monumento para conmemorar los 500 años desde la muerte de Enrique el Navegante. Impresiona bastante verlo de cerca por lo grande que es: 52 metros. Se puede entrar y subir al mirador de la parte de arriba (entrada no incluida en la ‘Lisboa card’.

Horario de invierno (octubre a febrero)
- 10:00-18:00 (martes a domingo; última entrada a las 17:30)
- Cerrado todos los lunes.
Horario de verano (marzo a septiembre)
- 10:00-19:00 (abre todos los días; última entrada a las 18:30)
- Cerrado el 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre.
Precio:
- Adultos: 6 €
- Mayores de 65 años: 5 €
- Jóvenes de 13 a 25 años: 3 €
- Niños de 0 a 12 años: GRATIS
Monasterio de los Jerónimos. El Monasterio de los Jerónimos fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983. La Iglesia del interior nos encantó, está llena de impresionantes vidrieras.
*Comida: En esta zona comimos en un restaurante vegetariano que nos encantó, muy recomendable y en el que nos atendieron muy muy bien ‘Miolo Lisboa’.
‘Pastéis de Belém’: la tienda más antigua y famosa de Lisboa para comprar el dulce típico los pasteles de Belén, lo reconoceréis por las largas colas que se montan en la puerta pero si no tenéis prisa, vale la pena.

‘LX FACTORY‘: Por la tarde fuimos al ‘tardeo’ de una zona que está entre Belén y el centro de Lisboa en la que hay puestos para tomar algo o comprar con un estilo muy vintage-industrial. Muy recomendable si te pilla de paso por la zona.


Paseo por Alfama: casi a la hora del atardecer aprovechamos para subir a dar un paseo por el barrio de Alfama donde visitamos el mural de flores del Museo de San Antonio, la Iglesia de San Antonio y el mirador Portas do Sol.

Mirador de San Pedro de Alcántara: fue nuestro destino para ver el último atardecer. Justo ese día habían unos puestos con comida tradicional y música y pudimos coger unas cervezas para tomar en el mismo mirador.
La noche en Lisboa: El Barrio Alto es el punto de encuentro más visitado en la vida nocturna de Lisboa. Su ambiente y la manera de disfrutarlo es muy peculiar. La última noche salimos a tomar algo y, en el Barrio Alto, hay una zona con varias calles llenas de bares y pubs en las que hay ‘ambientazo’, creo que de todas las capitales en las que he estado, ha sido en la que más ambiente he visto sin coincidir con las fiestas grandes de la ciudad. Además, habían muchas despedidas de solterx.
Día 4 – último día
Barrio Chiado: En la parte alta de la ciudad se encuentra el Barrio de Chiado, recomendable dar un paseo por sus calles con edificios decorados con las baldosas típicas portuguesas.
Pink Street de día: Antes de comer, y para llegar hasta el mercado da Ribeira, paseamos por la Pink Street, la vez anterior que habíamos estado era de noche y estaba abarrotado de gente, por lo que no conseguimos ver muy bien el suelo 😉
Mercado da Ribeira: el mercado de moda en Lisboa, lleno de puestecitos de comida donde puedes consumir tanto comida típica portuguesa como de otros países, una muy buena opción para comer.
¡Y hasta aquí! Obrigada 😉
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