Tánger 2 días: Waynabox experiencia

¿Qué es Waynabox?

Como dicen ellos en su propia web, Waynabox es un viaje sorpresa. Compras un viaje por 150€ o 250€ (2 o 3 días) y no sabes tu destino hasta 48h antes de la salida. Una experiencia cuanto menos curiosa no apta si necesitas preparar la maleta 2 semanas antes.

Waynabox te lleva un fin de semana largo a una ciudad europea e incluye:

  • Vuelos.
  • 1 o 2 noches de hotel.
  • La sorpresa de no saber a dónde vas hasta 2 días antes de irte.

La ciudad de destino sale de la elección por parte de Waynabox de una lista de 16 destinos europeos. De entre todos estos, cuando realizas la reserva puedes eliminar 1 de manera gratuita. Adicionalmente puedes pagar algo más y descartar más destinos e incluso marcar algo el horario de los vuelos con otro pequeño suplemento.

En nuestro caso eliminamos Oporto porque mi amiga y yo ya habíamos estado.

Una vez elegidos los días en los que quieres disfrutar de la experiencia solo quedará esperar hasta 2 días antes del viaje para saber el destino 🤯

72 horas antes al viaje

Si 48 horas antes de la salida recibes el correo electrónico con el nombre de la ciudad del destino destino, 72 horas antes recibimos una pista: «en tu destino ahora mismo hace una media de 28 grados». En ese momento ya descartamos muchos destinos y las opciones reducían a: Lisboa, Milán, Marsella, Niza o Tánger (aunque reconocemos que no descartamos del todo Paris ya que durante esos días las temperaturas habían sido muy altas.

48 horas antes del viaje

A las 8 de la mañana recibimos el correo electrónico de Waynabox con el destino, los vuelos, el hotel y una pequeña guía de qué hacer en en la ciudad de destino

Cuando abres el correo, el nombre del destino aparece borroso (para dar un poco de tensión al momento) y poco a poco se va aclarando. De repente vimos: Tánger.

La verdad es que nos hizo ilusión pensar que era el destino culturalmente más diferente y que quizás, si hubiésemos planteado un viaje a Marruecos, hubiésemos priorizado otros destinos.

Vuelos y hotel

En nuestro caso, no pagamos ningún extra para salir más pronto y volver más tarde y los horarios fueron los siguientes:

Vuelo de ida: Madrid 10:20h – Tánger 10:50h (una hora menos)

Vuelo de vuelta: Tánger 21:10h – Madrid: 23:35h

Cuanto a la estancia, era un hotel de 4* muy bien ubicado y cerca del mar: El Oumnia Puerto & Spa ****. El trato del personal fue excelente, de hecho, no teníamos incluído el desayuno, y el chico de recepción nos invitó a desayunar al Buffet dado que el hotel estaba bastante vacío (octubre).

Antes que nada…

Si vas a Marruecos tienes que tener en cuenta que allí no hay servicio de roaming, por lo que, o al llegar al aeropuerto te activas una tarjeta SIM (por 10€) o aprovecharás el viaje para hacer desconexión total como hicimos nosotras. Lo único que echamos de menos en algunos momentos fue para usar Google Maps. Por el resto, fue genial.

TÁNGER: LA PUERTA AL CONTINENTE AFRICANO

Tánger es una mezcla de zocos, regateo, callejuelas estrechas y el ajetreo de los mercados con una mirada occidental, moderna, jovial y sin complejos.

Al llegar al aeropuerto, cogimos un taxi para llegar hasta el hotel. De hecho compartimos taxi con 3 personas que iban a una ubicación similar y nos costó 250 MAD (25€) el trayecto. Unos 25 minutos con 4 personas sentadas detrás y sin cinturón. Toda una aventura que hay que vivir 😂.

El cambio de moneda nosotras lo hicimos en España (80€) pero después allí volvimos a cambiar más. De normal, no vale la pena cambiar en España, puedes hacerlo en el mismo aeropuerto (incluso en la propia ciudad hay muchos puestos).

¿Qué ver en Tánger?

Probablemente cuando busquen en Google: «¿Qué ver en Tánger?» Puedas pensar que no es una ciudad con muchos puntos de interés turístico, pero te digo desde ya que es una ciudad para callejear y empaparte de la cultura marroquí.

Kasbah: nombre con el que se conoce el espacio fortificado situado sobre una de las colinas de la ciudad. Esta zona se situa en la zona más alta de la medina y está llena de callejuelas que no siguen ningún orden y en las que puedes llegar a desorientarte un poco.

Plaza 9 de abril: En la parta casi más alta de la ciudad y, ya fuera de la kasbah, es un espacio de encuentro de gran tamaño, con zonas de bancos, una gran fuente y palmeras. En la misma plaza verás la mezquita de Sidi Bou Abib.

Gran Café de Paris (fachada)

Gran Teatro Cervantes (Fachada)

Café Hafa: es un café que tiene varias terrazas con vistas al Estrecho. El sitio tiene una atmósfera bohemia.

Jardines Mendubia

Gran Mezquita de Tánger: no pasa desapercibida ni por su color ni por su altísimo minarete. A mi personalmente me encantó.

Gran Zoco: El Gran Zoco es un lugar curioso para explorar y sumergirse en las tradiciones marroquíes. Este mercado alberga muchos puestos donde se ofrecen una amplia gama de productos, desde todo tipos de carne y pescado, hasta una variada selección de frutas y verduras a precios muy asequibles.

Además, el Gran Zoco es conocido por sus especias (clavo, pimienta negra y blanca, curry, comino, canela, etc) sin pasar por alto el té verde, una bebida muy común en la cultura marroquí.

Zoco chico (en el interior de la medina)

Mercado central

Teatro Cervantes Exterior (actualmente no se puede visitar el interior porque se encuentra en estado de decadencia)

La costa: un tesoro a los pies del mar

Para visitar los siguientes 3 puntos cogimos el autobús turístico. Fue muy buena idea porque este autobús tiene 2 rutas que puedes hacer al comprar el ticket 130 MAD (13€) y que puedes usar durante 72h desde que compras el ticket del bus.

Cabo Malabaka

Cabo Espartel

Cuevas de Hércules: las cuevas de Hércules son un sitio muy curioso dado que al final de la ruta hay una «ventana» con vistas al mar y esta tiene la forma del continente africano. La entrada a esta gruta son 6€, nosotras no terminamos entrando por falta de tiempo y porque nos habían dicho que decepcionaba un poco.

¿Dónde comer?

Prepara las papilas gustativas porque la gastronomía marroquí está hecha para mejorar tu estancia en el país. Desde las aceitunas que te sacan cada vez que te sientas a comer hasta los dulces. Ojo con la cantidad de comida que pedís, porque muchas veces un cuscús o tajine compartido y algo más, se puede comer bien.

Riad Al Andalous Restaurant: En la parte alta de la kasbah se encuentra este restaurante que nos encantó. El trato fue muy bueno y la comida estaba riquísima y, como en el resto de puestos, bastante barata. Como mi amiga es vegetariana, pedimos tajine vegetarino, un mix de ‘briouattes’ y una pastilla de pollo y almendras (que estaba increíblemente buena). Todo esto más un agua nos salió por 18€.

Restaurant Basidi: Teníamos otra recomendación, pero nos pilló en la parte alta de la ciudad y decidimos innovar. Al contrario del restaurante anterior, en este el sitio tenía un aspecto bastante más moderno. La verdad es que comimos muy bien y el trato fue agradable. Pedimos cuscús y nos encantó.

(Dulces) Pastisserie Bab Al Madina: todos y cada uno de los dulces estaban increíbles. Compramos 2 cajas con variedad para probar todos y la unidad salía más o menos a 0,40 céntimos.

Opinión Waynabox:

En mi opinión, tengo que decir que no tuvimos ningún problema con nada, por lo que para mi es un tipo de experiencia que hay que hacer y probar al menos una vez en la vida si te gusta viajar. El elemento sorpresa es algo diferente y que a mi por lo menos, me encantó (además, nos tocó una ciudad que nunca habíamos estado, por lo que eso hizo que aún fuese mejor 😉 ). El horario de los vuelos fue muy bueno, y el hotel, aunque no estaba situado en el centro del punto más turístico, estaba muy bien en general. Así que: repetiría la experiencia.

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